el hombre que susurraba a las morcillas

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jueves, 29 de mayo de 2014

BREVE HISTORIA DE UNA CROQUETA LIQUIDA Y UN BOTE DE MAYONESA!

Desde hace un tiempo a esta parte he recorrido algunos restaurantes, en unos como simple mercenario y en otros me han pedido que dirija su cocina. Casi no me atrevo a colocarme el titulo de jefe de cocina,  graduación que creo que me viene grande, puesto que he tenido el placer de trabajar con auténticos jefes de cocina y a mi forma de ver este oficio creo que me falta bastante. Aunque no se me da mal,  todo hay que decirlo, la modestia está bien hasta cierto punto jejeje, cocinar, cocino de puta madre de eso no hay duda, siempre he sido un aprendiz apasionado de esos que se rompen la chaquetilla si es preciso y antes del servicio sepultan el puto móvil y queman el reloj de la cocina, creo que con saber la hora de entrada es más que suficiente, la hora de salir es cuando se termina el servicio y queda la cocina que se pueda comer en el suelo, no hay más. El que piense lo contrario y tire de jornada laboral de 8 horas que se desate el mandil que en este mundo no tiene nada que hacer, sí señores este es un mundo de locos, no le busques la lógica por que no la tiene.
Pues como os iba contando antes de esta exaltación maníaco-cocineril, llevo ya unos añitos en el oficio, no demasiados todavia me considero una persona joven (aunque ya calcé 33 añazos). Y a lo largo de mi trayectoria profesional he visto casi de todo. Y hoy os quiero hablar del intrusismo laboral, por que como he dicho anteriormente, de un tiempo hasta esta parte he recorrido algunos restaurante donde casi siempre se ha dado la misma historia "necesitamos un cocinero que sepa cocinar por que el que teníamos antes era
 malo de cojones". La crisis ha hecho estragos en este país y la gente se tira al monte con lo que sea, cosa que respeto profundamente hay que ganarse la vida como sea, hasta ahí estamos de acuerdo. La parte negativa de esta historia viene cuando la gente se mete en camisas de once varas y se reinventan en cocineros y eso si que no camaradas, ¡¡zapatero a tus zapatos!! A menos que quieras salir en el programa de Chicote (Pesadilla en la cocina).
 Esto desgraciadamente está muy extendido. La historia es la siguiente después de la entrevista con el jefe del establecimiento, al siguiente día entro en el restaurante, me presentan a la plantilla de camareros y después de ponerme al día con los cotilleos paso a la cocina y empiezo a evaluar los daños ocasionados por el supuesto cocinero que hasta el día anterior ocupaba mi puesto, abro la cámara frigorífica y ahí está el omnipresente bote de mayonesa industrial,  las croquetas caseras congeladas por que la masa se le quedo blanda (y saben a harina porque hacen lo que yo llamo una bechamel invertida, que no es más que echar antes la leche que la harina y si le hechas dos litros de leche, no hay harina que espese eso en toda la cocina), sigo mirando y lo siguiente ya si que es un indicador de que el otro cocinero es un vil infiltrado: el caldo de pollo deshidratado (el avecren de toda la vida), ahí es cuando me llega el camarero y me dice "aquí todo sabe a eso se lo hecha hasta en el gazpacho, ¡¡manda cojones!!" O como diría Alberto Chicote "alucino pepinillos".
 En fin que en esas estamos y mi pregunta es, ¿por que me tocan a mi todas estas historias? Seguramente será para tener cosas que contaros en este blog. Un saludo y hasta la próxima.

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